
En un hecho sin precedentes, un empresario minero cerró el barrio pueblo lindero con La Calera. Se niega a abrir el portón que inexplicablemente corta el paso a los habitantes del lugar.
Una anciana falta de oxígeno, una maestra que debe caminar tres kilómetros, ingreso de mercadería y otras situaciones increíbles forman parte de la cotidianidad de esta gente. "No queremos estar más presos", dijo Franca Palacios, sufrida residente del lugar a "Con Todo Al Aire" por Radio Sucesos.
ULTIMO MOMENTO: La Fiscalía de Estado tomó cartas en el asunto. Ampliaremos.
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